Entendemos la aptitud territorial como el grado de idoneidad que presenta el territorio para acoger una actividad o un fenómeno. Análisis ambientales, reintroducciones de especies, evaluaciones de impacto ambiental o estudios de plagas se basan en este fundamento empleando la cartografía como herramienta fundamental para conseguir generar mapas que permitan identificar las zonas clave donde desarrollar estas actividades.

Gracias a los análisis cartográficos y los mapas de aptitud territorial obtenidos podemos localizar los lugares más apropiados para gestionar el territorio desde un punto de vista ambiental específico y estratégico. Algunos de los análisis de aptitud territorial más habituales realizados con apoyo cartográfico son:

• Localización de emplazamientos para el desarrollo de actividades industriales.
• Delimitación de áreas naturales para designación espacios naturales protegidos.
• Delimitación de áreas clasificadas como zonas sensibles para la fauna.
• Lugares de alto potencial ecológico.
• Análisis toxicológicos y enfermedades.
• Lugares de reintroducción de especies en peligro de extinción.
• Proyección de zonas para la construcción de carreteras y vías de comunicación.
• Identificación de lugares para pasos de fauna.
• Identificar potenciales lugares con riesgos de incendio o inundación.

¿Cómo realizar mapas de aptitud territorial?

El secreto de estos mapas reside en la combinación de capas o variables territoriales mediante álgebra de mapas, más concretamente con ayuda de archivos ráster. Para ello es necesario tener en cuenta las variables de aptitud a analizar. Proximidad a carreteras, impactos antrópicos, vegetación, pendiente, usos del suelo… Infinidad de variables biológicas, sociales, culturales o morfológicas del territorio entran en la batidora para conseguir obtener nuestro mapa. Sumas, restas y cualquier otra función matemática entre las capas permitirán dar con el resultado final. Una tradicional herramienta destinada a esta combinación es la calculadora ráster.

La combinación algebraica de valores de nuestros píxels generará degradados de valores de mayor o menor capacidad de acogida ante nuestro estudio.

Sin embargo, el álgebra de mapas no lo es todo. Para lograr obtener las capas de variables necesitaremos conocer herramientas concretas interpolación, cálculos de cuencas visuales, rasterización directa de archivos vectoriales, cálculos de distancias euclideanas, reclasificaciones, explotación de atributos o análisis vectoriales entre otros.

Para elaborar estos mapas podremos recurrir a programas cartográficos como Idrisi, ArcGIS, gvSIG o qGIS, dotados de este tipo de aplicaciones y análisis. La combinación algebraica de todos los mapas temáticos involucrados en el análisis permitirá conseguir nuestro mapa final e identificar el lugar más apropiado para llevar a cabo nuestro objetivo con valores de mayor o menor aptitud.Por ejemplo, sumando los valores de aptitud de cada una de las variables individualemente.

Podremos recurrir a una combinación de valores píxel a píxel o realizar estudios basándonos en datos vecinos mediante análisis de celdas de píxels circundantes (mediante cuñas, círculos, anillos o matrices de celdas)

Si no eres capaz de procesar múltiples capas y adaptarlas para analizar la aptitud territorial, también puedes recurrir a herramientas que te permitan generar un sencillo mapas de calidad de hábitat para utilizarlo como mapas de restricción o fricción. Para ello puedes utilizar herramientas como Gnarly Landscape Utilities con la que obtener tu mapa territorial a partir de un Excel descriptivo de la calidad de los hábitats.

Más allá de los mapas de aptitud.

Podemos ir más allá de nuestros mapas de aptitud empleando herramientas cartográficas específicas. Algunas, como Corridor Designer destinada a elaborar mapas de aptitud y corredores ecológicos, nos ayudan a desempeñar esta combinación algebraica de píxels y, además, asignar pesos de importancia dentro de los intervalos de valores de cada uno de nuestros ráster. De esta forma es posible segmentar los datos de una misma capa sin necesidad de considerarla de manera uniforme. Los mapas resultantes se vuelven más específicos para perfilar los territorios según las variables territoriales y los intervalos individualizados de cada variable.

Estas herramientas específicas nos ayudan, además, a optimizar las zonas de mayor aptitud territorial en base a la identificación de superficies mínimas de polígonos con máxima aptitud. De esta forma quedan localizados los lugares de mayor capacidad territorial para desempeñar una actividad con requerimientos mínimos de superficie. Por ejemplo, zonas de campeo de especies o superficies mínimas para construir de forma viable una planta de ganadería extensiva. La superficie de cada polígono y su potencial nos advertirá de la viabilidad de llevar a cabo nuestra actividad en ese territorio.

El cálculo de la aptitud territorial también puede ser previsto a futuro bajo el análisis de tasas de cambio. Gracias a los análisis de las variables territoriales debido a cambios demográficos, cambios climáticos o momentos estacionales nos permitirá proyectar el resultado hacia un futuro. De esta forma, nuestros mapas de aptitud territorial, son interpretados bajo mapas potenciales de aquello que podrá acontecer próximamente. Por ejemplo, mapas basados en variaciones por cambios climáticos o mapas de distribución de áreas potenciales de especies amenazadas.

Adicionalmente, los mapas de aptitud territorial permiten ser interpretados como mapas de restricción o fricción ante actividades. Esta consideración permite utilizar el mapa como base para obtener productos secundarios. Partiendo de estos análisis conseguiremos planificar los trazados más apropiados para construir proyectar una larga carretera en base a zonas de menos pendiente o menos impacto ambiental, la localización de lugares donde instalar pasos de fauna o la planificación de corredores verdes dentro de un espacio natural.

Aprendiendo a trabajar los mapas de aptitud.

Si quieres aprender a analizar la cartografía para generar variables territoriales y elaborar mapas de aptitud territorial para especies, puedes empezar aprendiendo con este sencillo curso de Elaboración de mapas de aptitud territorial para especies.

Si quieres aprender a manejar la herramienta Corridor Designer analizando mapas de aptitud territorial y construyendo sus corredores ecológicos puedes ojear este curso de Corredores ecológicos: conectividad de especies y espacios.

Puedes aprender a utilizar Corridor Designer junto a otras herramientas de conectividad, como Linkage Mapper, realizando este rápido curso de Defragmentación y conectividad de hábitats con el que analizar variables territoriales, crear mapas de aptitud y conectar hábitats de especies.

O si lo prefieres, puedes dar rienda suelta a otras herramientas complementarias como los mapas de aptitud basados en modelos predictivos de Maxent a través de este otro curso de Modelos predictivos de distribución de especies nichos ecológicos y conectividad mediante tecnología SIG.

También puedes ver una aplicación práctica de esta herramienta en el mundo de las especies exóticas invasoras realizando el curso Modelos predictivos de distribución de especies exóticas invasoras.